Por Sebastián Robles
“Mirarse el ombligo. El relato autobiográfico” es el nombre del taller de lectura y escritura que llevará adelante a partir del 13 de febrero en Casa de Letras la escritora Selva Almada, autora de las novelas Ladrilleros (2013) y El viento que arrasa (2012), de los relatos Una chica de provincia (2007) y Niños (2005), y de los poemas Mal de muñecas (2003). Uno de los objetivos del taller, según su programa, consiste en “rastrear en la propia historia de vida material que pueda transformarse en un relato literario.”
¿Hay cualidades intrínsecas en los recuerdos, que son susceptibles de dar lugar a un relato literario, o se trata más bien de generar una disposición en particular para abordarlos?
Creo que los recuerdos siempre son materia del relato; los recuerdos se transforman cada vez que los compartimos con otros. Por supuesto, no todos nuestros recuerdos son interesantes y lo que vamos a intentar en el taller es seleccionar aquellos que pueden convertirse en un relato literario: por su extravagancia, por su carga emotiva, por sus personajes, porque en sí mismos tienen una tensión particular. La idea es partir de la simple anécdota para construir un relato atractivo. Para ello hay que echar mano de los recursos de la literatura.
Se habló mucho, en los últimos años, de la así llamada “literatura del yo”. ¿Notás que el relato autobiográfico se volvió una tendencia?
El relato autobiográfico tiene una larga tradición en nuestro país: Recuerdos de provincia, de Sarmiento, por ejemplo; Juvenilia, de Miguel Cané; Cuadernos de infancia, de Norah Lange, pasando por los diarios de Mansilla o los diarios de viaje de Mariquita Sánchez de Thompson. En los últimos años el género volvió a actualizarse y aparecieron obras preciosas como Una letra familiar, de Irene Gruss o En la pausa, de Diego Meret. No sé si se volvió una tendencia, creo que hay una tendencia en la historia de la literatura argentina por lo autobiográfico que se mantiene más o menos felizmente.
¿A quiénes está dirigido este taller? ¿Qué lugar tendrá la práctica de la escritura?
El taller está dirigido a cualquiera que no tenga pudor de ventilar sus secretos familiares. No es necesario tener experiencia en la escritura, pero sí ganas de trabajar y de comprometerse con el trabajo. El taller es fundamentalmente de escritura, así que se escribirá bastante. Las lecturas son complementarias y serán el disparador para charlar acerca de las diferentes maneras de acercarnos a lo autobiográfico.