Conversamos con Liliana Saslavski, alumna del programa formativo en escritura narrativa de Casa de Letras, acerca de “Brasil, decime qué se siente”, el cuento que leyó durante el evento Luz de Agosto, realizado en el Club Cultural Matienzo el 30 de julio de 2014.
¿Cómo fue el proceso de escritura del cuento?
Brasil, decime qué se siente
No dijimos nada por cábala pero ya lo veníamos pensando cuando todos opinaban que Sabella era un cagón y Messi un pecho frío, mufas eternos que decían que nos iban a llenar la canasta, pero nos habíamos puesto de acuerdo y empezamos a prepararnos. Muchachos, nos vamos a Brasil, nos había anunciado Gonza, el dueño de la camioneta. A la calle Brasil le respondió el gordo Luis, el mismo guacho desiempre,el pincha globos de nuestras propuestas. No seas yeta gordo, si le ganamos a Holanda, nos vamos.
Lo más difícil fue juntar la guita. Empezamos pidiendo prestado pero nadienos dio bola sobre todo cuando decíamos para qué era, no nos tenían confianza, nos trataban de pendejos zarpados, tirar la guita de esa manera, quédate y mirálo en tu casa o en el café de Tulio que se compró un plasma para el Mundial, por un día, déjense de joder.
Y nosotros, nada. Somos seis,más o menos todos de veinticinco años, pará, no somos ni pendejos ni locos. Esta es una oportunidad histórica: ganar la copa en Brasil, refregársela a los brazucas en la cara, darles la vuelta olímpica en el Maracaná con la bandera argentina.
Todos los que nos critican no hicieron un carajo en su vida, jamás se arriesgaron por algo, jamás salierondel pueblo con un sueño en la cabeza. Este viaje es ilusión y es magia, decía Toti que es medio poeta, nos va a quedar para siempre, si no lo hacemos somos unos cobardes, rasquen la guita de dónde sea, pidió Gonza.
Armamos una vaquita para la nafta y la comida, hotel no porque nomásvamos para el partido, las entradas bien gracias,imposible comprarlas, nos quedamos al lado del estadio haciendo el aguante con los que se instalaron en las carpas o buscamos alguna pantalla gigante, los brazucas no las habrán sacado después de que les metieran los 7 ¿no? Y hasta podríamos aprovechar alguna arremetida de los muchachos de la barra para entrar en un descuido de la vigilancia como pasó con los uruguayos, dijeron que los habían deportado pero no contaron cuántos se les metieron adentro.
Estás loco, son 2700 km a Río,dijo Viviana. Peor fue cuando le conté que iba a usar la plata que estábamos juntando para la fiesta de compromiso. A mí no me hablés más, cuando vuelvas no me busqués, no quiero saber nada de vos o de tus amigos,me dijo con la cara roja medio llorando. Ya se le va a pasar. Siempre la vuelvo a conquistar con un par de besos. No puedo echarme atrás mi vida, no por una fiesta de compromiso, no quierobancarme las cargadas. Ya se le va a pasar. No puedo negarme, Viviana. Sería traicionar a mis amigos, estamos juntos desde la primaria. Aunque algunos no siguieron el secundario, no nos separamos nunca, cada uno en lo suyo, pero juntos, en el fútbol, Viviana. Es un sentimiento no puedo parar casi canté con una sonrisa dibujada en toda la cara mientras doblaba en cuatro la bandera.
Ya es viernes bien temprano y salimos de la casa de Gonza con la camioneta hecha una pinturita. Vamos tocando la bocina para despertar a los que todavía están durmiendo y saludar a los pocos que caminan por la calle hacia sus laburos. Miran de costado y sonríen, algunos hasta se atreven a gritarnos vamos,vamos Argentina. Agarramos la avenida principal del pueblo que empalma con la ruta que está cargada de coches argentinosy micros que salieron ayer desde Retiro llenos de tipos con camisetas y banderas, cantando juntos como si se conocieran de toda la vida.
Está nubladopero no hace frío.Ideal para manejar, dice Toti mientras ceba mate. Dame, dame, guacho, no, le toca a Ruli que está manejando y todavía no tomó ninguno. Es su turno con el volante por eso no tomó ni una gota de cerveza cuando paramos para comernos los sanguches de milanesa que nos preparó doña Marta, por eso de la propaganda ¿viste?eso de que quien maneja no bebe y mira con cara de gil mientras los otros brindan con los vasos largos a los que se le derrama la espuma.
Brasil decime que se siente, cantamos a los gritos, mientras Gusti saca el paquete de medialunas por si alguien se quedó con hambre. Decime que se siete, brazuca pelotudo, Brasil, te metieron 7, seguimos con la música del Charlie Brown, te metieron 7, y te rompieron, te rompieron el ojete,repetimos desafinados pero con toda nuestra voz y nos reímos hasta atragantarnos.
A la izquierda se nos pega un Peugeot bastante nuevo. Lleva una bandera argentina sobre el techo enganchada en las ventanillascerradas, por eso sólo adivinamos por los gestos lo que están cantando los cuatro que van adentro. Y también empezamos con el Oooo del himno y nos tocamos el pecho del lado del corazón con la mano derecha porque no podemos pararnos y miramos el techo de la camioneta como si fuera el cielo para que los del Peugeot sepan que somosbien argentinos. De repente la bandera se les vuela y les tapa el parabrisas.
Sentimos un golpe seco,no sabemos dónde.La camioneta gira como un trompo. No frenés, no frenés le grita Carlitos a Ruli que a su vez está gritando hijos de puta, hijos de puta, agarrándose al volante con todas sus fuerzas mientras la camioneta sigue dando vueltas hasta que parece que la hubiera agarrado ese tornado que destruyó el pueblo el verano pasado.
Estoy con la cabeza en el asiento, alguien está roncando fuerte como si se ahogara. ¿Cuándo me acosté? Miro para atrás y veo todo revuelto ¿Y la banderadónde está? ¿dónde la puse? Alguien pregunta no sé qué, siento un olor pegajoso, escucho un goteo monótono, el termo está en el piso ¿cuándo se te cayó Toti? y el mate con la yerba desparramada sobre el asiento delantero. Quiero hablar no tengo saliva se me seca la garganta. Alguien está respirandofuerte ¿soy yo? El ruido me deja sordo.
No hay dos sin tres, siempre pasa así en las desgracias. Primero los periodistas y ahora estos pibes, qué mala suerte, mierda. ¿Usted lo vio? Venía atrás, fue el Peugeot, se le soltó la bandera y se les fue encima.
No te enojés Viviana después hacemos la fiesta de casamiento con tutti. ¿Estás llorando? Quedáte quieto papá, no te movás, cómo te llamás papi, dónde te duele. No me apretés, me duele. Buscá documentos, un celular. ¿De dónde sos? ¿De dónde venis?
Ya llegamos.Estamos en Brasil, Viviana, mirá las banderas, los sombreros, las pelucas, ¡todos albicelestes, linda! Y los brazucas de mierda disfrazados de alemanes hinchando por un equipo europeo,jodidos envidiosos.
No llores mi amor, ¿por qué estás llorando? Si es por la plata del compromiso no te preocupes voy a hacer horas extras en el laburo y te lo recupero
¿Dónde están los otros? Decíles que vengan, que se apuren que ahí están los de la barra y ya están empujando, abren una reja y se trepan, escucho el ruido. Me levantan en el aire,muchachos, me pasan por arriba y me sujetan, me sostienen la cabeza y me atan, no sé por quéme están atando,miren lo que es este estadio, boludos, todo iluminado, miren,llegamos tarde la puta madre, ya están dando la vuelta olímpica, Viviana,me voy a correr junto con la Pulga, con Masche, con Fideo,miránena tienen la copa,ahí están todos revoleando las camisetasjuntando las banderas que la gente les tira desde la tribuna mientras les gritan Argentina campeón carajo, somos los mejores del mundo,ganamos, ganamos Viviana, ¿viste que valía la pena?