La popularidad de la mala escritura es análoga al disfrute de la comida chatarra.
No creo que los novelistas—es decir, los buenos novelistas—, sean del todo como el resto de la gente.
Así que aprendí a escribir escribiendo.
Es probable que lleve veinte años apreciar las reseñas por lo que son: un rito primitivo.
El éxito literario de gran tamaño a menudo es una cuestión de publicación fortuita.
La escritura de novelas puede ser un trabajo de perros.
Un hombre pone su carácter en juego cuando escribe una novela.
Lo que arruina a la mayoría de los escritores de talento es que no tienen experiencia suficiente, así que sus novelas tienden a desarrollar una cierta perfección paranoide.
El estilo es la mitad de una novela.
Dios es el mejor novelista.
Los lectores de segunda categoría disfrutan las percepciones de los escritores de segunda categoría.
Hemingway tenía un sentido maravilloso de sus limitaciones y lo usó para crear su estilo.
Pocos buenos escritores vienen de la cárcel. El encarcelamiento puede destruir la capacidad de escribir de un hombre.
El mundo literario es un lugar peligroso para habitar con demasiada frecuencia si deseas hacer un trabajo serio.
La ficción es la única mentira primordial que te está permitida.
Parte del arte de ser un novelista es jugar al delicado juego de obtener experiencia sin falsificarla mediante el acto de la observación.
Nos contamos historias a nosotros mismos para sacarle un sentido a la vida. La narrativa es tranquilizadora.
Fuente: Mailer, Norman, Un arte espectral. Reflexiones sobre la escritura, Planeta, Madrid, 2012.