Periodismo cultural: la reseña, el artículo y la crónica

Un periodista cultural tiene que ser capaz de pensar, elaborar y proponer un sentido específico sobre aquello que, desde la perspectiva de las industrias culturales, suele presentarse nada más que como un abanico de opciones distintas para satisfacer y entretener a los consumidores. Series, películas, libros, obras teatrales, exhibiciones de arte: por supuesto que, como objetos inmersos en el mercado, su función es cumplir con los ritos inevitables de la oferta y la demanda, y, desde ya, el periodista también es un consumidor como cualquier otro. Lejos de ser una “pared” ante la cual choca el periodista cultural, esa situación es la “puerta” más interesante que puede resultar capaz de abrir. ¿No son los libros, las series, las películas más consumidas, precisamente, las que se vuelven incluso más interesantes que otras para pensar con cuidado qué es lo que los hace funcionar, más allá de su “éxito” o “fracaso”, entre nosotros? ¿Cómo se ligan, entonces, la estética, el gusto y el consumo? ¿Tiene sentido jerarquizar objetos culturales desde una determinada perspectiva? ¿Por qué, por ejemplo, tal libro es un “best-seller” y por qué otro parece circular por los márgenes? ¿Qué es lo que una película, aún la de apariencia más “frívola”, es capaz de decir sobre la propia sociedad en la que se la está siendo vista y producida? ¿Por qué tal serie de Netflix es un fenómeno mundial y otra no? ¿Por qué determinados fenómenos culturales trascienden el puro marketing y otros no pueden explicarse sin entender ciertos cruces entre las coordenadas del mercado y las coordenadas de la sociedad? Y, sobre todas las cosas, ¿con qué herramientas concretas de reflexión y escritura vale la pena el trabajo de pensar estas cuestiones desde el periodismo cultural? En contra de los prejuicios y en favor de la creación de sentido, un buen periodista cultural puede ocuparse de estas cuestiones.

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Durante el curso cada participante va a poder desarrollar y contrastar una perspectiva propia y, a partir de ahí, trabajar sobre su interés particular (cine, literatura, teatro, arte, etc). Por eso es que, al mismo tiempo que durante las clases se van a proponer textos y lecturas útiles para pensar de qué se trata y cómo se ejerce el “periodismo cultural”, otro de los objetivos principales va a ser el de reproducir a pequeña escala una “redacción” en la cual cada uno pueda delimitar un objeto cultural específico, analizar un enfoque desde el cual abordarlo y producir textos concretos que podrán, también, publicarse en una plataforma propia en Casa de Letras.

¿A quiénes está dirigido el curso? ¿Es necesario tener alguna experiencia previa?

El curso apunta, en general, a aquellos que quieran pensar y escribir textos acerca de por qué “les gusta” o “no les gusta” aquello que efectivamente les gusta y no les gusta vinculado a las muchas ofertas en el mercado cultural. Responder de manera argumentada esta cuestión y, desde ahí, intercambiar experiencias y miradas es uno de los puntos más dinámicos del curso. La experiencia previa no es un requisito. Por eso el curso está abierto, también, a aquellos que ya sean periodistas o tengan experiencia en el rubro y busquen nuevas ideas, a comunicadores sociales, a prenseros, a críticos académicos con curiosidad por el registro periodístico y a todos los que estén interesados en desarrollar herramientas de escritura concretas vinculadas a los requisitos actuales del periodismo.