El jueves 4 de octubre a las 18 hs. empieza en Casa de Letras el taller de normativa y corrección de textos Reflexiones sobre la lengua escrita, a cargo de Pablo Alí. A lo largo de ocho encuentros, el taller propone brindar métodos útiles para crear y corregir. El objetivo principal es que podamos entender la normativa como una herramienta de pensamiento: conocer la regla para usarla o para rebelarse contra ella. Conversamos con Pablo Alí al respecto.
¿Qué herramientas proporcionará el curso a sus alumnos?
La idea es trabajar, de un modo lúdico, tanto con la ortografía como con la gramática de la lengua española. Para ello, el taller propone una serie de temas, desde el uso de las palabras y su clasificación hasta algunos consejos para que los alumnos puedan corregir textos propios y ajenos. El objetivo es detectar estructuras, vicios y errores comunes, con ejemplos de escritores conocidos e inéditos, ya sean académicos o literarios; cada vez estoy más convencido de que el aprendizaje de la escritura debe cruzar disciplinas y estilos. En particular, vamos a comenzar reflexionando sobre la despersonalización de los textos a partir de un trabajo con el registro y el tono, dos variables gramaticales que suelen entenderse de un modo difuso. Después elegí una galería de deformaciones y errores (desde la repetición hasta el dequeísmo) para que cada uno pueda detectarlos y, en caso de querer incurrir en ellos, conocer primero la norma para luego saber el sentido de la transgresión. En especial, me interesa pensar en las intromisiones ilegítimas del redactor, la verbalización como un sustrato narrativo, la puntuación como marca de estilo personal, la normativa del diálogo, y la sintaxis en tanto elemento básico para crear imágenes, escenas y atmósferas. Herramientas concretas, normas claras y un espacio para discutir.
¿A quiénes está dirigido?
Si bien el enfoque parte de un interés narrativo, es decir, mi pasión por unir normativa con creatividad, creo que el taller también puede servirle a los interesados en el ensayo y en la escritura académica, o a todo aquel que entienda este oficio como una herramienta de pensamiento. En mi experiencia como docente, muchas veces los alumnos están llenos de ideas pero no saben cómo expresarlas; me refiero a cómo escribir una oración, como armar un párrafo o cómo puntuar una secuencia de palabras. Ese primer grupo de “bloqueados estructurales” encuentran en la normativa una cierta tranquilidad, un modelo del cual valerse para dar el primer paso. También están los otros, que avanzan sin fijarse nunca en la ortografía ni en la gramática porque dicen que lo importante son las ideas y no la textura de sus producciones. Quienes están en ese segundo grupo en algún momento no pueden salir de la caverna de la creación, porque cuando salen son encandilados por la luz de los lectores, con una diversidad de interpretaciones y sentidos nacidos –la mayoría de ellos– de aquel descuido con la lengua. El taller está dirigido para esos dos grandes escritores arquetípicos, si se quiere, y también para uno más: aquel que conoce la importancia de la norma pero necesita aprender su lógica de un modo atractivo, sin solemnidades ni miedos ni prejuicios injustificados.
¿Cuál será la metodología de trabajo en clase?
En cada clase veremos un tema o una serie de temas, con ejemplos de autores conocidos e inéditos. Se trata de visualizar procedimientos, más allá de gustos personales o creencias repetidas hasta el cansancio: que Arlt escribe mal y que Borges escribe bien, en términos gramaticales. Puede ser, pero ¿dónde se ve eso? ¿Cómo usan la puntuación uno y otro? ¿Qué peso tienen ciertos extranjerismos en el primero o la proliferación de adjetivos y adverbios en el segundo? ¿Cuáles son sus efectos? La idea es no asociar clásico o conocido con corrección, ni contemporáneo o inédito con desprolijidad, sino ver procedimientos concretos. Una misma lengua nos atraviesa, pero cada uno elige activarla de modos singulares: a mayor conocimiento del manual de usos, mayores serán sus prestaciones. Además de esta instancia teórico-práctica, habrá ejercicios a partir de consignas para que los alumnos puedan realizar en la semana y luego corregir entre todos en la clase siguiente.