Mañana miércoles a las 18 hs. comienza el curso breve de 8 encuentros “El narrador y el silencio”, a cargo de Leopoldo Brizuela en Casa de Letras. El curso propone enfocar, desde el punto de vista de la técnica del narrador, las cuestiones básicas de la “economía narrativa”. Conversamos con Leopoldo Brizuela al respecto.
¿Cuál es el valor del silencio en la literatura?
La palabra es el material con que trabajamos; el silencio es el material literalmente infinito que las palabras convocan. A las palabras las conocemos; del silencio que ellas convocan intuimos sólo algunas cosas. Pero sentir que yace silencio detrás de las palabras en nuestros relatos, intuir que ese silencio no está vació sino lleno de significados, nos basta para seguir escribiendo.
¿Podrías mencionar algunos autores que, a tu juicio, dominan el arte de la economía narrativa?
Todos los grandes… La economía no tiene nada que ver con la brevedad, sino con esa capacidad de sugerir lo máximo con lo mínimo; y la capacidad de sugerencia deLos Hermanos Karamazov es tal, que uno se pregunta cómo pudo Dostoievski resumir el mundo en sólo mil doscientas páginas… Pero hay ciertos maestros para quienes el deber de callar, de decir lo menos posible, parece ser la principal consigna: Ernest Hemingway, Juan Rulfo, Juan José Hernández, Jean Rhys, Natalia Ginzburg, etc.
¿Cuál será la metodología de trabajo en el curso? ¿A quiénes está dirigido?
Vamos a leer narraciones, forzosamente breves, de estos narradores y alguno más. Vamos a decir sobre ellos, por supuesto, lo que esos textos motiven; pero mi tarea específica será destacar qué procedimientos formales, elecciones técnicas, de cada escritor permiten escuchar ese silencio que late detrás de las obras, y escucharlo con tanta intensidad como a una voz más poderosa que la palabra escrita.
Más información acerca del curso breve “El narrador y el silencio”.