¿Desea guardar los cambios?

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Yo creo que hay una gran parte de la experiencia que se puede transmitir. Hay un núcleo duro que no, por supuesto, y que tiene que ver más con la intuición que con una serie de conocimientos objetivos, pero lo demás sí, sobre todo si el escritor es lo suficientemente generoso para no guardarse nada. Cada escritor desarrolla su propio método, el mejor para él mismo, que no siempre es el mejor para los demás. De ahí la multiplicidad de poéticas y consejos para la escritura, que seguidos al pie de letra generan clones del que los confeccionó. Son acercamientos al problema, puntos de vista que enriquecen el acto creativo. Fórmulas no hay, por lo menos en la literatura genuina, pero sí maneras de encarar el asunto que pueden ayudarnos a pensar y elaborar nuestras propias poéticas.

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Existen muchas. Algunas proceden a través del juego y el caos; otras mediante el diseño de un personaje; otras parten de anécdotas reales, incluso biográficas; algunas trabajaban con la parodia, reescritura o réplica de lo que se escribió antes. Siempre insisto con que hay dos etapas bien diferenciadas: la de las ventanas cerradas y la ventanas abiertas. En la primera uno escribe sin demasiada intervención de la razón, o como le gusta decir a algunos, para “uno mismo”. En la segunda uno comienza a pensar en el lector, porque la literatura en gran medida es seducción y manipulación.

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El taller tiene un objetivo doble. Por un lado adquirir herramientas para la corrección de los textos o su reescritura para que pasen a ser “cuentos” o “relatos”, lo cual es tanto una cuestión de lenguaje como de estructura, de arco dramático como de personajes. Por otro, conocer y comentar tanto el concepto aristotélico de “poética” como las poéticas y los consejos de escritura de distintos escritores a lo largo del tiempo, para que al final del curso cada uno pueda confeccionar una definición más o menos teórica de lo que escribe, cuáles son sus “temas” a grandes rasgos, cuál es el tono con el que los aborda, qué es la escritura y para quién escribe. Para eso, cada clase constará de una parte teórica donde podamos compartir lecturas semanales de decálogos de escritura y definiciones poéticas; más una parte práctica donde podamos abordar los textos de los participantes en formato clínica para corregirlos y discutirlos. Está dirigido a personas que ya tengan una práctica más o menos constante de escritura. Sería bueno que tengan material previamente escrito para trabajarlo en clase.

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