Por Neil Gaiman
(…) si solamente escribís cuando estás inspirado puede que seas un poeta bastante decente. Pero nunca vas a ser un novelista. Porque tenés que hacer que tus palabras cuenten hoy. Y esas palabras no van a esperar a que estés inspirado o no. Así que tenés que escribir cuando no estás inspirado, y tenés que escribir las escenas que no te inspiran. Y lo más extraño es que seis meses después, un año después, lo volvés a mirar y no vas a poder recordar qué escenas escribiste cuando estabas inspirado y qué escenas escribiste porque eran las próximas que había que escribir.
El proceso de escritura puede ser mágico… Hay momentos en que pasás al otro lado de una ventana en un piso alto, y simplemente caminás a través del vacío. Y es la felicidad absoluta y total. Sobre todo, es un proceso de poner una palabra tras otra. Es como…en el Peak District en Inglaterra y en Escocia, hay personas que hacen muros de piedra seca, y han estado haciendo muros de piedra seca por generaciones. Y la forma de cómo hacen estas piedras en seco, es que tienen montones y montones de piedras, y ponen una abajo, y después ponen una hacia abajo que encaje, y otra abajo que encaje. Saben cómo hacerlo. Y de alguna manera crean estas paredes que son absolutamente estables, y solamente por poner una roca después de otra y eventualmente, tenés un muro. Y así es cómo hacés una novela. Ponés una palabra atrás de otra y después repetís.
Cuando la gente se me acerca y me dicen: “Quiero ser un escritor/a, ¿qué tengo que hacer?”, les digo “Tenés que escribir”. Y algunas veces me dicen “Ya lo estoy haciendo, ¿qué más tengo que hacer?”, y les digo “Tenés que terminar las cosas”.
(…) Porque así es cómo aprendés. Aprendés terminando las cosas. Hay otros consejos, tantos consejos podrías dar a escritores jóvenes. Particularmente a escritores que quieren trabajar dentro de un cierto género. Le podés decir, mirá, leé el género para entender qué es lo que la gente está haciendo, pero después leé por fuera de tu zona de confort. Si amás cierto tipo de películas y querés hacer thrillers de acción hollywoodenses, andá y mirá otro tipo de películas. Mirá documentales, mirá cine arte.
(…) andá a ver otras cosas. Encontrá todo lo que puedas. Si te gustan los libros y te gusta la fantasía y querés ser el próximo Tolkien, no leas grandes fantasías tolkinescas. Tolkien no leyó grandes fantasías tolkinescas, leyó filología finlandesa. Vos vas y leés por fuera de tu zona de confort, y aprendés, ir a las fuentes primarias. Y después…lo más importante para cualquiera, una vez que llegan a cualquier tipo de calidad, el punto en el que ya estás listo para escribir y podés escribir, es, contá tu historia. No tratés de contar las historias que otras personas pueden contar. Porque cualquier escritor principiante…Siempre se empieza con las voces de otras personas, estuviste leyendo otras personas por años, vas a contar el tipo de cosas que venías haciendo, pero lo más rápido que puedas. Empezá a contar historias que solamente vos puedas contar. Porque siempre van a haber mejores escritores que vos, y siempre van a haber escritores más inteligentes que vos, y personas que son mejores haciendo esto y aquello, pero vos sos el único vos.