Por Blanca Herrera (codirectora de Casa de Letras – Escuela de Escritura y Oralidad)
El 5 de mayo de 2015 publicamos aquí mismo una nota narrando la experiencia del 1º Encuentro de Programas de Escritura Creativa y Creación Literaria de las Américas, celebrado en Bogotá en marzo de este mismo año, encuentro en el que trece programas de enseñanza de la escritura literaria suscribimos el acta fundacional de la Red PEA (Red de Programas de Escrituras de las Américas).
A cuatro meses del Encuentro, consignamos ahora algunas experiencias de intercambio realizadas y a realizarse en el marco de la Red.
Recibimos en junio en nuestra escuela la visita de dos escritores colombianos, a su vez académicos respectivamente de la Universidad Nacional de Colombia y de la Universidad Central: Alfonso Carvajal y Jairo Restrepo Galeano.
Alfonso Carvajal contribuyó con el blog de Casa de Letras con una excelente crónica sobre su particular mirada sobre Buenos Aires, en la que “se deja guiar” por algunos de nuestros grandes escritores.
Mantuvimos reuniones de trabajo con Jairo Restrepo Galeano, en las que intercambiamos presentaciones de nuestras respectivas instituciones. Nos presentó formalmente a la Universidad Central y a los programas de Pregrado, Especialización y Maestría en Creación Literaria en los que se desempeña como profesor.
Jairo se interesó en el enfoque de Casa de Letras sobre el proceso creador, plasmado en una materia que los estudiantes cursan apenas comenzar el programa: Usina de Historias. Su interés específico se centra en la práctica de la oralidad como herramienta disparadora de gérmenes narrativos, que fue expuesta en la ponencia que llevamos al Encuentro en Bogotá: De la práctica de la oralidad hacia la página en blanco (https://www.casadeletras.ar/blog/de-la-practica-de-la-oralidad-hacia-la-pagina-en-blanco/). Una de las materias que él coordina en la Universidad Central se llama Mito, rito y creación, emparentada en sus objetivos y contenidos con nuestra Usina de Historias. Concebimos entonces la idea de una visita de Jairo a una de las clases de Usina de Historias, en la que reuniríamos dos grupos de estudiantes coordinados respectivamente por nuestros profesores Hugo Correa Luna y Cecilia Sorrentino. Definimos una dinámica de clase en la que Jairo asistiría en primer término a la producción de relatos orales por parte de los alumnos, con la consecuente devolución por parte de los profesores, de manera de asomarse a estas prácticas, para luego exponer brevemente el abordaje de su materia de creatividad, y presentar los programas de creación literaria en su universidad.
La experiencia resultó interesante para profesores y alumnos, y puso de manifiesto temáticas de la creación en las que podría profundizarse un intercambio a futuro, sea a través de clases y talleres intensivos que nuestros profesores podrían coordinar en Colombia, así como el Prof. Restrepo y sus colegas aquí en Casa de Letras. Sea a través de un ida y vuelta de enfoques curriculares.
Ya a punto de partir de vuelta a su país, Jairo nos manifestó la vocación de parte de la Universidad Central de iniciar un intercambio con Casa de Letras con miras a firmar un acuerdo de cooperación entre nuestras dos instituciones en el marco de la Red PEA. Por nuestra parte, expresamos esa misma vocación en una carta que enviamos por su intermedio al Decanato de la Universidad.
En otro orden, continúan las reuniones virtuales del Comité de Coordinación de la Red PEA, formado por cinco de los trece miembros, proponiendo y planificando acciones en el corto plazo, al tiempo que programamos nuestro próximo encuentro personal para abril de 2016 en la Universidad de Texas en El Paso.
Cecilia Sorrentino, profesora de Usina de Historias, narra su propia experiencia del intercambio:
Comenzamos la clase con una consigna disparadora para producir un relato oral: aquel lugar prohibido de la infancia (un lugar de la casa, una zona peligrosa del barrio, el sitio habitado por algún vecino irascible, etc). Tal como sucede habitualmente en esta práctica, la búsqueda se inicia adentrándose en la memoria. Los relatos traían lugares de la infancia, de los veranos de la infancia, sitios temidos y deseados a la vez, personajes estrafalarios, abuelas obsesivas, amigos transgresores. En el contexto de la conversación se puso de manifiesto algo común de los lugares referidos: algunos pertenecían al “arriba”, a la altura, por ejemplo techos, escaleras, árboles, y otros al “abajo”, a lo subterráneo: sótanos, pozos ciegos.
Pasada la ronda de comentarios y puesta en común de los detalles significativos de estas historias, le dimos la palabra al Profesor Restrepo para que opinara sobre la experiencia y nos contara sobre su trabajo en Mito, rito y creación. Fue entonces cuando nos vimos sorprendidos todos por un elemento común, cuando al desarrollar el programa de su materia, Jairo señaló que elige centrarse específicamente en mitos que involucran el arriba y el abajo. Su elección no es caprichosa, los motivos de su decisión están ligados a una de las tensiones constitutivas de la condición humana: la que existe entre el elevarse, el proyectarse, y la caída, el descenso, la muerte.
Tanto los docentes de Usina de Historias como los alumnos, por un lado, y nuestro invitado, cerramos el encuentro expresando la riqueza de acercar experiencias que, por caminos diversos, favorecen el hallazgo de imágenes, la ocurrencia espontánea, las escenas olvidadas, que podrán ser el inicio de narraciones escritas.